En el periodismo actual hay cosas que cambian muy rápido y otras que mudan sin que apenas nos demos cuenta. El día en que aparece o desaparece una publicación, se renueva su diseño o se reorganiza una sala de redacción, el cambio es evidente y todo el mundo lo percibe. Junto con estas mudanzas manifiestas y repentinas, se producen otras transformaciones mucho más sutiles y pausadas que, por su lentitud, suelen escapar a la visión del observador poco atento. A la larga, sin embargo, suelen ser estos cambios de ritmo geológico los que realmente reconfiguran el paisaje de una profesión.
Los géneros periodísticos son el resultado de una lenta evolución histórica ligada a la evolución del mismo concepto de lo que se entiende por periodismo. A lo largo de la historia del periodismo cada uno de los géneros no ha tenido la importancia que en la actualidad nosotros le damos. La aparición histórica de los géneros periodísticos está estrechamente relacionada con las distintas etapas del periodismo en cuanto hecho cultural.
El periodismo deportivo sobresale como una modalidad informativa de alto impacto social por la universalidad de la materia abordada y, al mismo tiempo, por su gran arraigo intranacional. Esta área informativa atraviesa por un momento de expansión con el nacimiento en los últimos años de nuevos medios de comunicación especializados en los diferentes soportes, y con ello también una transformación en su estructura.
Este campo periodístico se ha convertido en un terreno innovador y de extraordinario dinamismo, caracterizado por su continua exploración de nuevas formas de contar historias aprovechando las nuevas tecnologías digitales. Este artículo analiza algunas de las últimas tendencias en periodismo deportivo, que están llamadas a mostrar el camino para los años venideros, como son las nuevas narrativas multimedia e interactivas y los textos informativos de largo formato.
El espacio informativo que se ha abierto en la red de redes recuerda todavía demasiado a la prensa escrita y, sobre todo, a los diarios editados en papel, por lo que inicialmente su sistema de signos se ciñe a las tres series visuales del periodismo escrito. Y, sólo en la medida que lo permite la tecnología, va abarcando los códigos audiovisuales para llegar a ese medio multimedia que todavía no se ha consolidado como tal pero que veremos en un futuro próximo.
Además, por la experiencia recogida hasta ahora en las publicaciones que se pueden seguir en la red se puede decir que requieren un lenguaje que asume las características ya conocidas -corrección, concisión, claridad, captación del receptor, lenguaje de producción colectiva y lenguaje mixto-, pero con el matiz particular de que en los medios on line no es sólo mixto sino verdaderamente complejo. Y que vamos a nombrar, más concretamente, como lenguaje múltiple (Edo, 2001: 86).
Porque si hasta ahora era necesario hacer una distinción entre los diversos códigos de transmisión escritos y audiovisuales, la información que nos llega a través de Internet - o de cualquier otra red en el futuro-, además de añadir a las posibilidades actuales las del hipertexto, que se estudia en otro de los capítulos de este libro, unifica los distintos lenguajes en uno sólo. Y nos va a llevar a la utilización simultánea de todos los que ya conocemos para llegar a producir uno distinto y plural que es unificador y multimedia y que va a ser imprescindible para los periodistas en todo el mundo.
Esta nueva denominación -lenguaje múltiple- responde al hecho de que, al valorar el lenguaje del periodismo deportivo en la red, vemos que la series visuales para-lingüística y no lingüística ya no son exclusivamente un elemento de la página que completa o refuerza el texto -hasta ahora dominante- mediante un titular, una foto o un dibujo.
El periodismo deportivo y su enseñanza, se encuentran en el ojo de este huracán, propiciado por intereses que van desde lo comercial a lo político, de forma que el control de tan importante parcela de la sociedad, se realice sin ningún pudor. A estos problemas, debe unirse la casi segura desaparición de los medios impresos, el comienzo de una nueva era del periodismo, y por tanto, del género específico del deporte, fundamento de esta obra, al no poder desgajarse de su unidad con el periodismo y su forma física, del diario impreso, aportando una serie de soluciones, para que la prensa deportiva, continúe gozando del favor de un sector de la sociedad mundial.
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